viernes, 13 de enero de 2012


































Cuando creía que iba a morir, todo comenzaba de nuevo. cientos de días, miles de cientos de días... noche, luna, sol, dia...ya no había nada que los diferenciase, las diferencias se habían hecho similitudes. Lo único que importaba es que al salir el sol, vendría el águila a comerle las entreñas...día tras día. A este momento ya no le llamaba día, si no FORTUNA. Lo único que importaba es que al caer la noche se regeneraría su cuerpo...noche tras noche. A este momento ya no le llamaba noche, sino DESGRACIA.

FORTUNA de sentirse vivo, de alegrarse en el dolor, de naturaleza humana. DESGRACIA de regenerarse cada noche, de dolerse en la alegría, de desgracia divina.

Atado de pies y manos por las cadenas del juicio y de la culpa, su única misión era permanecer en aquella roca siglo tras siglo, no le quedó más que abrazar el dolor, que sentir gozo en la desesperación. ¿Descanso?¿Descansarías tú sabiendo que en unas horas vendrían a desgarrarte la carne?¿Vigilia?¿se llama estar despierto cuando tan sólo tenía los ojos abiertos para mirar la libertad ajena?

Cientos de días, miles de cientos de días... noche, luna, sol, dia...Ya no había nada que los diferenciase las diferencias se habían hecho similitudes.

El descanso de Prometeo.

Sigur Ros: Untitled 1

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